¿Estoy en Macondo?

“En el tercer día de lluvia habían matado tantos cangrejos dentro de la casa que Pelayo tuvo que atravesar su patio inundado de tirar de ellos en el mar, porque el bebé recién nacido había pasado toda la noche con fiebre …”

Voy a resumir la historia – Pelayo tuvo que tirar a la basura los cangrejos, y cuando volvió a la casa,  García Márquez dice que el hombre “… había problemas para ver qué era lo que se movía y se quejaba en el patio.”
Bueno, ya sabes lo que era? “… Era un anciano, que estaba acostado boca abajo en el barro y, a pesar de sus grandes esfuerzos, no se podía levantar porque mantenía sus enormes alas.”

El hombre con alas?

Sin ser la historia infantil o religiosa? Sí.

En la novela “La increíble y triste historia de la Cândida Eréndira y su Abuela Desalmada”, una historia de realismo mágico.

¿Cuál es el realismo mágico? Una tendencia literaria donde Gabriel García era maestro, cuya característica principal es la de fusionar la realidad y la ficción . En las novelas de realismo mágico,  los personajes viven situaciones fantasticas, se dan cuenta que son extrañas, pero no las reciben com  ninguna sorpresa.

Esto sucedió en otra novela romántica, el libro `”Cien Años de Soledad”.

El grupo de personas que habían venido a buscar el mar estaba cansado de la búsqueda sin éxito cuando José Arcadio Buendía, el personaje principal, soñó que vivía en una ciudad donde las casas tenían paredes de cristal.

Las paredes de espejo!

Las personas que caminaban con él,  vieron esto como un signo y decidieron detener la búsqueda en el mar. Y en el lugar donde ocurrió el sueño decidiran fundar Macondo.

Pues bien, desde que llegué a Cartagena tengo la impresión de que estoy montando en Macondo. No porque Cartagena cuenta con paredes de cristal, sino porque en cada momento, a cada paso, veo fantásticos signos de realismo mágico – en la decoración de casas, restaurantes, bares, y los colores surrealistas de una de las más bellas puestas de sol – de – sol ya vi.

Una animada ciudad – Ups! – Todavía hay lugares alegres en este mundo, las personas que cantan y bailan todo el tiempo … Sigue existiendo la esperanza.

De todos modos, Cartagena es un “pueblo”, es como si las sombras de los personajes Gabo nos siguen en las calles, celebrando la vida con colores vivos, con el afecto de la danza y la música.

Celebrar la vida, esto es lo que debemos hacer todos los días en este universo generoso y mágico que se renueva, lo que nos permite renovar también.
De todos modos, estoy contenta de haber venido a Cartagena. Tengo la impresión de que voy a encontrar las dichas paredes de cristal…

Quién sabe así descubro que estoy en Macondo?

Por: Daisy Lucas

Esta crônica sobre Cartagena foi publicada em espanhol,
originalmente no jornal El Sol Cartagena de Indias, clique aqui para conhecer

Em português, ela está aqui, clique para ler

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